
Tatu City, una ciudad privada de Kenia, lucha contra la corrupción denunciándola abiertamente

Tatu City, la primera ciudad privada del este de África construida cerca de la capital de Kenia, representa para muchos el éxito, con 25.000 personas que viven o trabajan en esta zona que con sus beneficios fiscales especiales atrae a inversores, pero también a políticos corruptos.
Esta localidad, de cerca de 20 kilómetros cuadrados, es el primer núcleo urbano construido por privados en estar operativo en la región, y cerca de dos tercios de la inversión extranjera de Kenia se concentra en este perímetro.
Su bajo nivel impositivo atrajo a más de 100 empresas, entre ellas Heineken, la marca de café Dormans y las grandes compañías de atención telefónica y transporte en cadena de frío de la región.
Pero para algunos políticos poco honestos, Tatu City se convirtió en un objetivo de extorsión.
Los propietarios de la ciudad afirman que varios gobernadores exigieron terrenos valorados en millones de dólares a cambio de permisos de construcción.
"Hace unos años, un gobernador "dio una vuelta con nosotros señalando diferentes parcelas y decía: 'Quiero eso, quiero eso'", contó Preston Mendenhall, director en Kenia de Rendeavour, la empresa que construye la ciudad.
Él respondió con una táctica poco habitual en Kenia: denunciarlo públicamente.
Mendenhall ocasionalmente organiza ruedas de prensa en las que denuncia los presuntos intentos de extorsión por parte de políticos locales.
"Ellos pensaban que, como inversores extranjeros, íbamos a abandonar el país", relató. "Nosotros tenemos una perspectiva de 50 años. Creemos que lo correcto es plantar la cara, en público si es necesario, a quienes intentan extorsionarnos".
El año pasado acusó públicamente al gobernador Kimani Wamatangi de exigir, sin pagar nada a cambio, 21 hectáreas en Tatu City valoradas en 33 millones de dólares.
Mendenhall escogió una estrategia arriesgada, pero que parece estar dando frutos.
"Tengo cuatro demandas por difamación. Es su táctica para intimidar y están acostumbrados a conseguir lo que quieren", afirmó el empresario. "El primer caso se remonta a 2015 y aún no hemos tenido ninguna audiencia, así que no estoy demasiado preocupado".
El primer gobernador que los denunció ante la justicia, Ferdinand Waititu, está preso por un caso de corrupción no relacionado.
- "Instalaciones de primera categoría" -
En tanto, Tatu City sigue creciendo y aunque son pocos los residentes, este terreno ya cuenta con un supermercado, una clínica y dos escuelas con 5.000 alumnos.
En este perímetro hay 2.400 viviendas, desde estudios hasta mansiones junto a un lago, y se están construyendo 2.000 más.
Muchos se sienten atraídos por el hecho de que cuenta con suministro propio de electricidad y agua, lo que evita los cortes que son muy habituales en toda África.
"Por eso elegimos Tatu City", explica Hannington Opot, director comercial de Hewa Tele, una empresa que actualmente está construyendo una fábrica para producir oxígeno de uso médico para hospitales, un proceso químico que requiere un suministro ininterrumpido de electricidad y de agua.
Cold Solutions, que ofrece almacenamiento para empresas del rubro alimentario y farmacéutico, también elogió la infraestructura.
"Queríamos dejar claro que los africanos pueden construir instalaciones de primera categoría (...) y eso encaja perfectamente con lo que Tatu está tratando de hacer", afirma el director general, Fredd Kambo.
Unity Homes ha construido más de 1.500 apartamentos.
Los compradores se sienten atraídos por "los parques infantiles, las plazas, el hecho de poder beber agua de la llave (...) y saber que nadie construirá dos centímetros delante de tu balcón", afirmó la directora comercial de la constructora, Mina Stiernblad.
- "La más difícil" -
Tatu City es el proyecto más avanzado de seis ciudades que Rendeavour está construyendo en África, en República Democrática del Congo, Ghana, Nigeria, Uganda y Zambia.
La corrupción en Kenia fue, con diferencia, "la más difícil", declara Mendenhall, pero los fundadores de Rendeavour que hicieron su fortuna en la anarquía de Rusia en la década de 1990 no se inmutan. Estos emprendedores también han sido acusados de evasión fiscal.
Sin embargo, las investigaciones llevan años abiertas sin que se haya presentado ningún cargo.
Para Mendenhall, se trata solo de intentos de extorsión y destaca que muchas personas que trabajan en el gobierno de Kenia son muy "favorables" a este negocio.
"Ellos entienden la visión de este proyecto, entienden el número de puestos de trabajo que ha creado", destaca.
Pese, a todo, Mendenhall tiene esperanzas en Kenia.
"Kenia es realmente un centro económico de la región", afirmó. "Creemos que Nairobi se convertirá en la capital de África", dijo.
O.Ouellet--SMC