
El BCE continúa recortando sus tasas frente a las amenazas al crecimiento

El Banco Central Europeo (BCE) recortó este jueves sus tasas por octava vez en un año, en un contexto de incertidumbre frente a las amenazas aduaneras de Donald Trump y a sus repercusiones en la inflación y el crecimiento.
El tipo de depósito, la referencia del BCE para su política monetaria, se redujo a 2,0%.
Este recorte tiene lugar cuando "la inflación se sitúa actualmente alrededor del objetivo" del 2% del BCE, indicó la institución.
La preocupación se ha trasladado a la persistente debilidad de la actividad económica en los veinte países de la eurozona, donde la atonía de la demanda podría tener efectos deflacionistas.
"La incertidumbre en torno a las políticas comerciales" frenará la inversión y las exportaciones a corto plazo, pero el aumento de la inversión pública y la solidez del mercado laboral respaldarán el crecimiento y el consumo, "haciendo que la economía sea más resistente frente a las perturbaciones mundiales", explicó el BCE.
La principal amenaza viene de Estados Unidos, donde el presidente estadounidense, Donald Trump, tiene en la mira el superávit comercial de Europa con Estados Unidos y mantiene la incertidumbre sobre la magnitud del choque que se avecina. Su ultimátum sobre impuestos del 50% a los productos europeos expira el 9 de julio.
El miércoles, Washington ya elevó al 50% los aranceles sobre el acero y el aluminio procedentes de Europa.
"Dado el contexto actual de incertidumbre excepcional", el BCE quiere reaccionar en función de "los datos", "reunión por reunión", señaló en un comunicado.
Los datos recogidos desde su última reunión en abril respaldan las decisiones anunciadas el jueves: la inflación retrocedió al 1,9% en mayo en la zona euro, lo que supone una clara desaceleración y se sitúa por debajo del objetivo del 2%.
El BCE también rebajó sus previsiones de inflación para 2025 a 2,0%, frente a un 2,3% previamente, y a 1,6% en 2026, debido a la caída de los precios de la energía y la apreciación del euro.
Por otra parte, se espera que el PIB de la eurozona crezca un 0,9% en 2025, según las estimaciones de marzo, pero solo un 1,1% el año que viene, frente al 1,2% previsto anteriormente.
P.Graham--SMC