
Trump pide al líder sirio que normalice relación con Israel, tras levantar las sanciones

Donald Trump se reunió este miércoles en Riad con el presidente sirio Ahmad al Sharaa, a quien pidió que normalice relaciones con Israel, tras la sorpresiva iniciativa de levantar las sanciones contra Damasco.
Al Sharaa tiene un pasado yihadista, estuvo en una prisión norteamericana en Irak y durante un tiempo dirigió en Siria una filial de Al Qaida. Tomó el poder en Damasco el pasado diciembre, al frente de una coalición de fuerzas rebeldes que en una campaña relámpago de 11 días derrocó a Bashar al Asad.
La entrevista, descrita como breve e informal por Washington, se prolongó poco más de media hora, de las 10H07 hasta las 10H40 locales, indicó la Casa Blanca.
A la reunión se sumó mediante videollamada el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, indicó la agencia de prensa oficial turca.
También participó el príncipe heredero y gobernante de facto saudita, Mohamed bin Salmán, según una foto de la agencia de prensa oficial saudita, donde se ve al presidente estadounidense y su homólogo sirio estrechándose la mano.
La víspera, en su primer día en Riad, en una jornada de marcado tono económico, Trump anunció por sorpresa el levantamiento de las sanciones estadounidenses impuestas a Siria por la represión ejercida por el régimen de Al Asad.
El gobierno sirio lo acogió como un "punto de inflexión fundamental" para el país, destrozado por casi 14 años de una guerra civil que ha dejado medio millón de muertos y millones de desplazados.
La noticia fue celebrada en Damasco, donde una multitud se reunió en la emblemática Plaza de los Omeyas. "Esperamos que esto abra una nueva era en Siria", dijo a AFP Ahmed Asma, un hombre de 34 años.
El fin de las sanciones significa que "Washington aceptó las garantías de Arabia Saudita para legitimar la nueva administración siria", afirmó Rabha Seif Allam, del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos de Al Ahram en El Cairo.
Permitirá a Siria "recibir el financiamiento necesario para reactivar la economía, imponer la autoridad del estado central y lanzar proyectos de construcción" con el apoyo de los países del Golfo, agregó.
En la reunión, Trump le pidió a Al Sharaa que normalice las relaciones con Israel, asuma el control de las prisiones donde están los miembros del grupo yihadista Estado Islámico y expulse de Siria a los "terroristas" palestinos.
El encuentro fue recibido con reticencia por Israel, aliado clave de Estados Unidos en la región.
Israel, que ocupa una parte del territorio sirio en los Altos del Golán, bombardea habitualmente territorio sirio, como lo hacía bajo el régimen de Asad, y recela de las nuevas autoridades islamistas de Damasco que buscan reconstruir el país.
El ministerio sirio de Relaciones Exteriores habló por su lado de un encuentro "histórico", pero no mencionó una posible normalización de la relación con Israel, como tampoco lo hicieron los medios estatales.
El propio Trump dijo que las sanciones impuestas en la era Asad habían sido "realmente devastadoras" para la economía siria. "De todos modos no será fácil, así que esto les da una buena ocasión" de levantarse de nuevo, destacó el mandatario.
El presidente estadounidense también se reunirá en Riad con otros dirigentes de los países del Golfo, en el marco de su gira que también incluye Catar y Emiratos Árabes Unidos.
Países como Arabia, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Omán están en plena transformación económica, lo que abre oportunidades de negocio a las empresas estadounidenses, y han alcanzado un peso diplomático que va más allá de la región del Golfo.
- Diplomacia y negocios -
En las conversaciones habrá varios temas, entre ellos las negociaciones de Estados Unidos con Irán por el programa nuclear de Teherán, la guerra en la Franja de Gaza o las actividades de los rebeldes hutíes de Yemen.
Pero Trump acudió sobre todo a la región para firmar grandes acuerdos económicos.
El príncipe Mohamed bin Salmán prometió inversiones sauditas de hasta 600.000 millones de dólares en Estados Unidos, en importantes contratos de armamento o proyectos vinculados a la inteligencia artificial y la energía.
Después de visitar Arabia Saudita, Trump llegó este miércoles a Catar, una etapa que puede ser más incómoda para el mandatario.
El motivo es un Boeing 747-8 ofrecido a Trump por la familia real catarí para reemplazar al menos provisionalmente al avión presidencial Air Force One. Los expertos lo valoran en 400 millones de dólares, y Trump argumenta que solamente es un "regalo temporal".
Más allá de las sospechas de corrupción que levanta el regalo, la oferta catarí suscita interrogantes sobre la seguridad del aparato que transportará al presidente de la mayor economía mundial.
K.Evans--SMC