
La OTAN multiplica sus gastos, pero ¿podrá Europa producir más armas?

Los dirigentes de los países de la OTAN deben acordar en la cumbre programada para este mes un aumento sin precedentes en los gastos militares, pero la medida abre un interrogante sobre la capacidad europea de hacer frente al desafío.
Un acuerdo sobre un aumento en los gastos militares dejaría a la industria europea bajo una presión igualmente sin precedentes, y la necesidad de adaptarse rápidamente.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, admitió que la cuestión le "quita el sueño".
"No hace falta solamente aumentar los gastos, sino aumentar la producción industrial en materia de defensa", dijo Rutte este semana, en una declaración que dejó a la vista un asunto crucial para la alianza militar.
Rusia, en plena economía de guerra, produce cuatro veces más municiones que Europa y Estados Unidos juntos.
De acuerdo con Rutte, Rusia sería capaz de "lanzar un ataque con éxito" contra la OTAN para 2030.
Es en este escenario que el 24 y 25 de junio los países de la OTAN se reunirán en La Haya con la intención de aprobar al menos el 5% de cada PIB nacional para los gastos militares y de seguridad.
En la actualidad, la OTAN propone como objetivo destinar a gastos militar al menos el 2% del PIB.
Así, el salto a un 5% representa cientos de miles de millones de euros que deberían llegar a la industria europea de armamentos.
Desde que Rusia invadió el territorio de Ucrania, en febrero de 2022, la industria europea aumentó drásticamente sus inversiones.
Micael Johansson, CEO del grupo sueco Saab (una de las principales empresas europeas de armas) dijo que la firma está "produciendo cuatro veces más que en 2022".
"Por supuesto, podemos hacer más y, afortunadamente, muchos de nosotros hemos asumido riesgos para invertir y aumentar la capacidad", agregó el ejecutivo.
Este segmento industrial tiene un problema real para conseguir mano de obra.
En Alemania, por ejemplo, el fabricante de municiones Rheinmetall tiene centenares de ofertas de empleo cualificado para cubrir.
- Cinco años para un permiso -
A raíz de esta situación, la UE debe proponer en la próxima semana una simplificación de los procedimientos para autorizar la apertura de nuevas unidades de producción.
"No es posible que la industria de defensa tenga que esperar cinco años para obtener un permiso para construir una nueva fábrica", dijo esta semana el comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius.
Otro problema real es la inflación.
El economista Guntram Wolff, del Instituto Bruegel, advirtió a AFP que la llegada al mercado de cientos de miles de millones en inversiones podrán hacer que los precios se disparen.
El embajador de Estados Unidos ante la OTAN, Matthew Whitaker, dijo esta semana en Bruselas que "existe un riesgo real de que obtengamos menos valor por nuestro dinero debido a la inflación".
La industria de defensa tiene precios tradicionalmente elevados, en un entorno que muchas veces es estrictamente nacional y poco competitivo, apuntó Wolff.
Por ello, un informe del Instituto Bruegel recomienda la creación de una agencia europea de contratación pública en el ámbito de la defensa.
La idea es que esa agencia sirva para multiplicar los proyectos conjuntos a un menor coste.
Esa idea subyace en las propuestas de la Comisión Europea, con préstamos de hasta 150.000 millones de euros (173.000 millones de dólares) para financiar conjuntamente compras o inversiones en el ámbito de la defensa.
"Esto será una fuerte señal para la industria de que los pedidos están llegando, lo que alentará a los Estados miembros a invertir", dijo esta semana François Arbault, uno de los principales funcionarios de la industria de defensa de la Comisión Europea.
S.Lapointe--SMC