
Pareja de médicos en Gaza perdieron a nueve de sus hijos en bombardeo israelí

En pleno turno de guardia en el hospital Nasser de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, la doctora Alaa al-Najjar se entera de que su casa fue bombardeada por el ejército israelí. Acude de inmediato para descubrir los cuerpos carbonizados de sus niños sacados de los escombros.
Bajo una carpa de duelo instalada al día siguiente cerca de su casa destruida, la pediatra sigue ahí conmocionada.
Alrededor de ella, mujeres que lloran, mientras que el ruido de las explosiones resuena aún en el territorio palestino devastado por la guerra desencadenada por al ataque sin precedente de Hamás el 7 de octubre de 2023.
"Corrí hasta la casa y la encontré totalmente destruida, reducida a un montón de piedras sobre sus niños y su marido", dijo a la AFP su hermana, Sahar al-Najjar.
"Nueve niños estaban calcinados, irreconocibles. El décimo hijo y su padre se encuentran en un estado crítico", agregó.
"No pude reconocer a los niños entre los sudarios", dijo llorando. "Sus rasgos habían desaparecido."
La Defensa civil de la Franja de Gaza, organismo de rescate, había anunciado el sábado la muerte de nueve niños de una pareja de médicos palestinos en un ataque israelí.
El ejército israelí indicó a la AFP que uno de sus aviones "bombardeó a varios individuos sospechosos de operar desde una estructura" cercana a sus soldados en esta zona.
"La afirmación sobre los daños causados a civiles no implicados se está examinando", agregó.
- "Destruida" -
El bombardeo aéreo, según los allegados, fue realizado sin advertencia el viernes en la tarde contra la casa familiar donde estaban los diez niños y su padre, Hamdi al-Najjar, también médico.
Gravemente herido, está hospitalizado con su hijo Adam, de 10 años, único sobreviviente entre los niños, quien se encuentra en cuidados intensivos en el hospital Nasser.
"Mi hermano estaba en el suelo, con la cabeza ensangrentada, la mano arrancada, cubierto por los escombros", añade.
"Saqué a Adam, quemado, y lo llevé al hospital. Los rescatistas transportaron a Hamdi", dijo Ali al-Najjar, hermano de Hamdi.
"Encontré la casa de mi hermano (...) reducida a ruinas, y mis familiares debajo" de los escombros, agregó.
Explica que luego trató de cavar con las manos junto a los empleados de las ambulancias para tratar de encontrar a los otros niños.
"Alaa llegó corriendo, no había vehículo. Cuando vio los cuerpos carbonizados, se puso a gritar", dijo. "Reconoció a su hija Nibal y gritó su nombre", agregó.
Según fuentes médicas, Hamdi al-Najjar sufrió múltiples operaciones en el hospital de campaña jordano, donde los médicos tuvieron que retirarle gran parte del pulmón derecho. Unas 17 bolsas de sangre le fueron administradas. A su hijo Adam se le amputó una mano y sufre quemaduras en el cuerpo.
"Es un inmensa pérdida. Alaa está destruida", dice Mohammed, cercano a la familia.
Pero Ali al-Najjar teme ahora el despertar de su hermano.
"No sé como decirle. ¿Debo anunciarle que murieron sus hijos? Los enterré en dos tumbas".
"No hay lugar seguro en Gaza", dice.
"La muerte es más dulce que este suplicio", añadió
O.Martin--SMC